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Creo en la presencia de las imágenes antes que en su significado. La inmediatez con que generan ecos en nuestra conciencia es anterior a cualquier enunciación racional de su sentido. Me interesan las relaciones entre el pensamiento y las imágenes, la manera en que éstas, desde su silencio, desencadenan el lenguaje y los procesos de simbolización en el espectador. Me fascina lo que la fotografía tiene de indecible, no sólo en su dimensión sensorial, sino también en su capacidad para evocar emociones y suscitar efectos de sentido que no se agotan mediante la simple descripción verbal de lo representado. Irreductible a lo racional, la experiencia fotográfica se resiste a las palabras a la vez que las convoca.

Son muchos los aspectos que me interesan de la fotografía y los modos en que me sirvo de ella. Mis planteamientos y mi línea de trabajo pueden variar de un proyecto a otro sin necesidad de pretextos. Vivo la fotografía como experiencia y proceso, no como discurso o mensaje. Los conceptos que permean mi trabajo son inherentes a su proceso de creación, pero éste no tiene como fin la producción de significados unívocos ni la ilustración de ideas o disertaciones preconcebidas. Su sentido, si ha de tener uno, está más relacionado con la capacidad poética de las imágenes para generar resonancias y provocar en el receptor diferentes experiencias, no necesariamente basadas en la lógica comunicativa que rige otras formas de expresión.

Actualmente desarrollo un cuerpo de trabajo compuesto por varias series abiertas a las que el tiempo va añadiendo nuevos elementos de manera orgánica. Mediante la edición y yuxtaposición de las imágenes, éstas quedan emplazadas en una suerte de estructura asociativa donde lo poético prima sobre lo discursivo. Dicha estructura, deliberadamente ambigua, sirve de marco de confluencia y tensiones entre representación, percepción y significación subjetiva. Fragmentos de existencia, elementos simbólicos y referencias cruzadas se agrupan y recomponen como una suma atemporal de estados contemplativos. Visiones, instantes de realidad y de irrealidad convergen y se confunden en el espacio impenetrable y ficticio de la fotografía.

Francisco Riego